La imagen es la percepción inmediata que el público tiene de una empresa, construida por elementos visibles como campañas de marketing y publicidad.
La reputación es la evaluación a largo plazo de la empresa, basada en experiencias reales, acciones y credibilidad.
La imagen puede manipularse rápidamente, mientras que la reputación se forma con el tiempo y es más difícil de cambiar.
Las empresas con una buena reputación tienen más posibilidades de fidelizar a los clientes y atraer nuevos negocios.
Una buena imagen puede atraer atención, pero es la reputación la que mantiene a los clientes y socios leales.