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Brasil es un país muy conocido por la diversidad cultural. Gracias a su gran extensión territorial e influencias de inmigrantes, pudieron desarrollarse aquí diversos comportamientos, dialectos, creencias, valores, manifestaciones religiosas, folclore y conmemoraciones típicas de cada región, además de fechas conmemorativas que se celebran en todo el país. Estos festivales típicos de Brasil atraen a muchos turistas y son excelentes experiencias para vivir la cultura brasileña. Conozca algunos de ellos:
La Fiesta de Iemanjá es uno de los festivales típicos que componen el calendario afro-brasileño. En esa celebración, es homenajeada la divinidad africana Iemanjá, la Reina de los Mares, cultuada en religiones como el Candomblé y la Umbanda. Esta celebración ocurre en más de una fecha debido a la diferencia de sincretismo; pero el día oficial es el 2 de febrero, el día de Nuestra Señora de los Navegantes. Las festividades ocurren en prácticamente todo el litoral brasileño, pero es en Salvador que la fecha se destaca.
El barrio Río Vermelho, en Salvador, es el escenario donde ocurre la fiesta que es considerada la mayor manifestación religiosa del Candomblé en toda Bahía. En esta celebración participan frecuentadores de los terreros, pescadores y la propia población, en un homenaje a Iemanjá que envuelve todo tipo de ofrendas, como flores, perfumes, joyas y otros. En esa ocasión, se hacen pedidos, agradecimientos y homenajes.
El carnaval es una de las celebraciones más populares de Brasil. Esta festividad, que proviene del antiguo Imperio romano y de las tradiciones cristianas, comenzó a celebrarse antes de la cuaresma, un período de abstinencia y reflexión. La tradición fue luego traída a Brasil durante la época colonial.
Esta celebración tiene lugar cada año entre febrero y marzo, comenzando un viernes y finalizando un martes, antes del Miércoles de Ceniza. Durante el carnaval, se desarrollan diversas e intensas actividades y eventos en el marco de un ambiente efervescente que inunda las calles brasileñas y explota en un show de colores, música y danza.
Los desfiles de escuelas de samba que se desarrollan en São Paulo y Río de Janeiro se han convertido en una de las principales atracciones del carnaval brasileño. Estos desfiles probablemente comenzaron en los principales barrios de estas ciudades para luego extenderse ante la popularización del carnaval.
El espectáculo se caracteriza por presentar elaboradas coreografías, tramas históricas e impresionantes carrozas. Esta competencia se ha consolidado como una de las mayores expresiones del carnaval, atrayendo a millones de espectadores cada año.
Es imposible hablar sobre este evento sin mencionar las fiestas callejeras de carnaval. Estas celebraciones involucran a un grupo de personas que, juntas, desfilan por rutas predeterminadas siguiendo a una banda de carnaval o a un trío eléctrico.
Caracterizadas por el ambiente lúdico que generan, las fiestas callejeras de carnaval cuentan con la participación de personas de diferentes orígenes, edades y lugares.
Uno de los principales desfiles tradiciones del carnaval brasileño tiene lugar en Olinda, una localidad ubicada a 10 km de Recife, la capital del estado de Pernambuco. Durante las vacaciones, la ciudad atrae a millones de personas vestidas con coloridos y creativos disfraces que siguen a los tríos eléctricos y a enormes marionetas folklóricas.
Galo da Madrugada es otra celebración que tiene lugar en las calles de Recife desde 1978. Más de 2 millones de personas provenientes de cada rincón de Brasil se reúnen para celebrar este evento y bailar juntas al ritmo de samba, frevo, maracatu y caboclinho.
Hay quienes dicen que el verdadero carnaval tiene lugar en Salvador, donde la comunidad celebra al ritmo de música afro y axé. Este evento es una referencia del movimiento antirracista, así como un estandarte de los circuitos festivos, las fiestas de carnaval callejeras y los tríos eléctricos.
Esta festividad, que tiene su fuente de inspiración en las manifestaciones de Olodum y Timbalada, siempre ofrece una propuesta muy divertida con el principal objetivo de conectar los aspectos culturales regionales y nacionales.
Las fiestas juninas, también conocidas como São João y Quermesse, se celebran desde comienzos del siglo XVII. Se trata de una conmemoración pagana fusionada con elementos del catolicismo, y es considerada la segunda festividad más grande de Brasil, solo superada por el carnaval.
Esta celebración se llama “Junina” porque tiene lugar en el mes de junio, y debido a su gran popularidad puede celebrarse en diversos sitios, como escuelas, iglesias, la casa de un amigo o incluso en lugares rurales, como campos y granjas.
Este evento se celebra con una gran variedad de comidas típicas, bebidas y música, especialmente forró y quadrilha, un tipo de danza que escenifica cómo sería un matrimonio en una comunidad rural. Y todo esto sucede siempre con una fogata de por medio.
La principal fiesta junina tiene lugar en Campina Grande, Paraíba, ubicado en el noroeste de Brasil. Esta convocante celebración atrae a millones y millones de personas cada año, siendo uno de los eventos más multitudinarios e importantes del país.
Este es un festival típico brasileño que se remonta a una antigua leyenda del folclore del país. Hay varias versiones de la historia, pero la más común es la de un esclavo que mata al buey favorito del patrón para satisfacer a su esposa embarazada, que tiene el deseo de comer lengua de buey. Para evitar la furia y los castigos del jefe, el esclavo tiene que resucitar el buey con la ayuda de curanderos.
La conmemoración también es conocida como Boi-Bumbá, y ocurre durante los meses de junio y julio, teniendo gran destaque y popularidad en las regiones norte y noreste del país. Las festividades incluyen danza, música, desfiles y representaciones teatrales, contando con el ritmo tocado e instrumentos como guitarra, triángulo, zabumba y matraca.
En 2012, el Bumba Meu Boi fue incluido por el IPHAN (Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional) en la lista de Patrimonio Cultural de Brasil, y pasó a tener una fecha propia: el Día Nacional del Bumba Meu Boi, conmemorado el 30 de junio.
El festival de Parintins tiene lugar durante el último fin de semana de Junio, justamente en la ciudad de Parintins, en el estado de Amazonas. Se trata de una celebración popular típica del norte de Brasil, marcada por la representación folklórica de dos toros rivales: Garantindo y Caprichoso.
Similar al carnaval, esta celebración ofrece una trama cautivante y ritmos contagiosos, y cuenta con la presencia de un abanderado y una reina folklórica, todo lo cual nos recuerda a los desfiles de las escuelas de samba. Sin embargo, el principal objetivo de este evento es recuperar los mitos y leyendas del pasado de la selva amazónica.
Además de la rivalidad entre los toros, durante el festival de Parintins también se realiza una representación de “Bumba meu Boi”, otra festividad tradicional del norte brasileño. Esta celebración típica ofrece una experiencia única que fusiona la rica cultura folklórica del Amazonas con la contagiosa energía de las festividades locales.
En un principio conocido como Festival de Pinga, este festival típico brasileño fue creado con el objetivo de celebrar el único producto industrial de la región de Paraty hasta hoy: la cachaça, bebida destilada obtenida a partir de la caña. El evento cuenta con la presencia de los principales alambiques de la región, además de una plaza de alimentación y programación musical.
Además, durante el festival también ocurre una programación intensa de actividades culturales y gastronómicas, que busca valorar el método de producción de la cachaça, la cultura caiçara y la gastronomía local. La entrada del evento es gratuita, y se trata de uno de los mayores festivales típicos de cachaça del país, habiendo recibido incluso el Título Internacional de Ciudad Creativa por la Gastronomía, concedido por la Unesco en 2017.
Realizado en Belém, capital del estado de Pará, se trata de una de las más grandes y más bellas procesiones católicas del mundo. Con más de dos siglos de existencia, la conmemoración reúne a cerca de dos millones de fieles en una caminata que rinde homenaje a Nuestra Señora de Nazaret, la madre de Jesús. Además de la caminata, también forman parte del evento travesías en barco.
El evento se realiza cada segundo fin de semana de octubre, cuando los romeros caminan desde la Catedral de Belén hasta la Plaza Santuario de Nazaret, donde una imagen de la santa queda expuesta durante 15 días, para que el público pueda venerarla y dar agradecimientos, homenajes y realizar pedidos. Los fieles marchan cargando objetos típicos de la procesión, como la berlinda, la cuerda y el manto, además de flores, carteles y rosarios.
Gracias a la grandiosidad del evento, el Círio de Nazaret o Círio de Belén fue registrado como Patrimonio Cultural de Naturaleza Inmaterial por el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional, en 2004.
La Congada es una festividad folklórica cultural y religiosa de Brasil. Se trata de una procesión o desfile que se vincula con las tradiciones angoleña y congoleña, mezclada con elementos populares del catolicismo.
Esta celebración contempla estos elementos junto con la danza y la actuación para rendir homenaje a Nuestra Señora del Rosario, San Benedicto y Santa Efigênia, considerados los santos protectores de los esclavos en el pasado. También se realizan representaciones de Chico Rei y de la batalla entre los cristianos y los moros.
La congada se celebra desde el norte hasta el sur de Brasil, y no tiene una fecha específica, aunque suele tener lugar en mayo, octubre y diciembre.
Entre eventos gastronómicos, culturales y musicales, existen miles de festivales típicos en Brasil que atraen la atención de turistas durante todo el año, y ofrecen la oportunidad de disfrutar y conocer diferentes visiones, sabores y sonidos. Además, gracias al gran número de personas que frecuentan estos festivales, cada experiencia proporciona una interacción diferente, generando vivencias únicas.