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[En esta foto se observa gente comprando en un mercado callejero en una calle empedrada de la Ciudad de Buenos Aires. Arriba han algunos edificios típicos y el cielo celeste, con algunas nubes blancas. Fotografía por Rafael Guimarães, Pexels.]
Un país como Argentina, que hacia fines de 2020 reportaba tener algo más de 45 millones de habitantes, tiene aspectos culturales complejos. Decir que es complejo, también, puede remitir a un significante vacío o algo vago.
Es que se trata de un país históricamente conformado por distintas olas migratorias, una mezcla de diferentes identidades venidas de diferentes partes del mundo, de las que ha surgido, si es que existe, la “argentinidad”.
En términos culturales, entonces, es que puede hablarse de multiculturalidad, de una sociedad y una nación multiculturales. Y en este artículo, en esa amplitud, es que se propone este recorrido por 6 aspectos culturales de Argentina que son icónicos.
“El beso en la mejilla es un ritual o gesto socialmente aceptado, utilizado ya sea como signo de amistad, como saludo, para felicitar a alguien, para mostrar respeto o por simple cordialidad”. Este párrafo encabeza la entrada de la enciclopedia colaborativa Wikipedia si uno busca “beso en la mejilla“.
Si se desprende de esta definición, entonces, es posible afirmar que un aspecto bien icónico de Argentina es la cordialidad de sus habitantes, dado que se saludan, en la mayoría de los casos, con un beso en la mejilla, se conozcan o se estén conociendo.
Es cierto que esta costumbre puede descolocar a extranjeros o turistas, pero, si visita el país, aunque le resulte algo incómodo, no deje de tomarlo como una muestra de cordialidad.
A lo largo y lo ancho de toda Argentina la comida es muy rica. Tradicional y cosmopolita, según en qué ciudad o provincia se encuentre. Como buen país de inmigrantes, además de las comidas nacionales proliferan las de las diferentes colectividades que con sus costumbres han sabido enriquecer a la sociedad. Ahora, si visitas Argentina y cenas temprano…, ¡buena suerte!
Esto tiene ventajas y desventajas para quienes no están acostumbrados. Es natural para argentinas y argentinos, pese a las recomendaciones que tienen que ver con la salud, no cenar antes de las 9 de la noche.
A favor de esta costumbre está que si usted es de los que prefieren cenar temprano, pero por algún motivo se le hizo tarde (fue al cine, al teatro o se demoró en una reunión de negocios), en muchas ciudades del país podrá encontrar restaurantes abiertos a altas horas de la noche.
En Argentina, hablar de puntualidad remite a ingleses o alemanes. De hecho, la puntualidad, por decirlo de algún modo, es un aspecto cultural dócil.
Entonces, si alguien un argentino o argentina hace esperar a otro u otra unos 15 o 20 minutos, es algo normal. De hecho, ese tiempo, según la regla implícita, puede no requerir previo aviso.
Sea paciente, los argentinos y las argentinas no somos impuntuales; somos puntualmente dóciles.
Habrá leído, lector, lectora, acerca de la carne argentina. Habrá leído de su calidad -indudable, por cierto-, de sus cortes de carne, de sus achuras y de sus parrillas y restaurantes.
Pero un aspecto cultural bien icónico como el asado lo es porque es mucho más que una comida. Y suele tomar lugar en casas particulares, no en restaurantes top. Es un ritual: se prende el fuego despacio, se toma vino o algún aperitivo, se recibe a los amigos y amigas, se va comiendo algo y, recién luego de unas horas, se come el asado.
Como verán, para los argentinos se trata de algo trascendental, de una comunión, un placer: compartir un asado es un verdadero acto de amor.
Caen las acciones de las empresas del mundo más importantes, un argentino le puede explicar por qué. Se desploma el valor del barril del petróleo, una argentina le expondrá todos sus argumentos. La selección de fútbol quedó afuera de algún torneo importante, alguien le dirá por qué hay que despedir al entrenador; otro, por qué es preciso mantenerlo en su cargo.
El contrapunto, la pasión por comunicar, por discutir, son propias de los argentinos. Que si la carne se come jugosa, si más cocida. Que si Borges es el mejor escritor nacional, si Diego Maradona fue mejor que Lionel Messi…. La discusión y la pasión son verdaderos aspectos culturales de Argentina.
¿Huevos revueltos? ¿Tocino? ¿Salchichas? ¿Fiambre? Nada de eso. A la mañana, para los argentinos, no hay tiempo que perder. Lo más común para ellos es tomar mate (una clásica infusión a base de yerba del Río de La Plata) o café, pero al estilo italiano, nada de vaso largo.
¿Para comer? Para comer a la mañana, salvo excepciones y propuestas gastronómicas más sofisticadas, en los hogares suele comerse pan tostado con manteca, queso, mermelada o el clásico y local dulce de leche.
Es común que muchos argentinos, antes de salir a la mañana, solamente tomen algo, pero que en algún bar de las ciudades que habitan completen su desayuno con un clásico: las medialunas, versión locas de las tradicionales croissants.
Si bien en este artículo sólo se han repasado 6 aspectos culturales de Argentina, lógicamente, muchos otros han quedado de lado. Desde el teclado de un autor argentino ha salido este artículo: una semblanza, algo caprichosa, pero escrita con humor y las mejores intenciones.