La cultura pop en América Latina a lo largo de los años: un análisis profundo

En un rápido scroll por redes sociales podemos ver trends, challenges y canciones latinoamericanas en los primeros lugares de popularidad, nombres como el de Anitta, Bad Bunny, J Balvin, entre otros, encabezan titulares, feeds, publicidad y marquesinas. Pareciera que la cultura popular latinoamericana es ahora un asunto universal ¿Será acaso que ser latino está de moda?

Sí y no. “Ahora todos quieren ser latino’… pero les falta sazón, batería y reggaetón“ dice Bad Bunny en su canción “El apagón”, ejemplificando un curioso fenómeno mundial: la hiperculturalidad. Término que refiere a la fragmentación y pluralización de las expresiones culturales, que son universales, multidiversas, adaptables y populares. Y aun así, LATAM conserva su sazón, batería y reggaetón.

A continuación encontrarás un primer acercamiento al desarrollo cultural en la región, su valor y una vista de la tendencia por parte de la cultura Latinoamericana de una reapropiación del mainstream.

Hablar de cultura pop en Latinoamericana es hablar de sincretismo, realismo mágico, colonialismo y multiculturalidad. Las manifestaciones socioculturales de esta región están permeadas de un pasado indígena, revoluciones, resistencias, nacionalismo y más situaciones propias de la expansión del modernismo y colonialismo europeo y americano.

Es importante señalar que el concepto de cultura pop es un suceso propio de la modernidad, que abarca desde la época del renacimiento hasta la época contemporánea. Si bien, actualmente se habla de una posmodernidad, transmodernidad y más conceptos que describen los acontecimientos actuales, todos derivan de la misma raíz.

La “Cultura pop” en Latinoamérica abarca manifestaciones culturales que han sucedido desde 1820, post revolución industrial, hasta la fecha. Esto no quiere decir que antes de estos años las manifestaciones culturales no existieran, todo lo contrario, culturas como la Mesoamericana o la Inca fueron centros mundiales de la cultura como lo fue Mesopotamia y otras más.

La definición de este concepto resulta complejo, pues varias ramas de las ciencias sociales y artes tienen injerencia en el tema, aportando conocimientos y limitantes, dependiendo de su expertis. Sin embargo, todas coinciden en ciertas cualidades como: ser masiva, ser producida a mayor velocidad, que se acompaña y cambia en medida de su contexto socioeconómico y lugar geográfico.

En esta ocasión tomaremos como definición de “cultura pop” todo producto cultural masivo con impacto directo en los hábitos de consumo de la población. Claro, guardando ciertas reservas con respecto a los contextos socioeconómicos que han cambiado desde 1820 hasta la actualidad.

La importancia de estas expresiones radica en el valor que tienen la economía y la sociedad, en especial las economías creativas alrededor del mundo. Según datos de la UNESCO, este sector contribuye un 3% del PIB mundial, sin contar todos los otros sectores en los que los procesos culturales de producción masiva tienen influencia directa e indirecta como la producción y exportación de materias.

Economías como la de Brasil o México tienen como proyección para el 2022 por parte del Fondo Monetario Internacional un incremento en el PIB de 1, 5 y 4, 0 colocándolas a la par en proyecciones con países de economía avanzada como la de Italia, Japón, Canadá, entre otras. Para complementar, en el 2021 se pronosticó un incremento del 6, 3 en la zona LATAM y el Caribe, quedando por arriba de EUA (6,0 %) y la zona del Euro (5,0%).

Siguiendo con la aportación a las economías creativas, actualmente el exotismo para con la región se ha incrementado a niveles nunca antes vistos. Solo con ver la lista de invitados a la Gala del MET, los Grammys, producciones de Hollywood, etc, en los recientes años, nos podemos dar una idea de la importancia de los artistas latinoamericanos en la industria cultural masiva.

Las tendencias y modas en la cultura pop son parte fundamental del desarrollo de la industria. Ese exotismo del que hablamos ahora se ha convertido en una herramienta a favor de la expansión de la propia cultura latina. Y a su vez se usa para diversificarse y llegar al mainstream en un solo paso.

Por lo que las empresas creativas u organizaciones que desean crecer, expandirse y hacer negocios en Latinoamérica necesitan conocer lo que sucede en el mainstream de la región. Este fenómeno afecta directamente en los hábitos de consumo, en los sistemas de producción y las estrategias para llegar a la región y con ella a otros lugares como EUA, pues van de la mano.

Las particularidades de la cultura popular en Latinoamérica se caracterizan por la historia de la región, así como una constante lucha entre la tradición y lo moderno, el rescate del pasado con miras al futuro.

Tal vez uno de los atractivos, así como activos más fuertes que tiene para ofrecer la cultura latinoamericana, son sus costumbres y tradiciones, siendo reflejo directo de la identidad de cada país, cada región y cada pueblo. Este valor es único debido a que estás expresiones son una mezcla del pasado indígena y la colonización europea.

El sincretismo de dos o más cosmovisiones resulta fascinante ante los ojos de otros países, un claro ejemplo se puede observar en “El día de muertos”. Mientras que para la tradición católica española pensar en la muerte resulta triste y solemne, para los pueblos prehispánicos del centro de México la muerte es digna de celebración, pues es un complemento de la vida.

Grandes corporaciones de las industrias creativas como Disney han utilizado de inspiración estas expresiones. La película“COCO” ha sido de las películas más taquilleras del año 2017 con ventas de más de 800 millones de dólares, más ventas de productos.

La diversidad cultural de toda Latinoamérica se debe a todos los procesos migratorios históricos del territorio. Como ya hemos mencionado antes, la diversidad de culturas indígenas, más la diversidad de cultura colonizadoras como la española, portuguesa, italiana, inglesa, culturas de poblaciones refugiadas como la china o japonesa, se han combinado en un sincretismo megadiverso.

Esto significa que la región puede producir un mundo de productos culturales. Cada una diferente y cada una única en sus contextos. Películas habladas en lenguas indígenas que llegan a las salas de cine de todo el mundo, como es el caso de “Pájaros de verano” película colombiana con una historia y lengua wayúu, son ejemplos de la diversidad de productos culturales populares.

Después de las conquistas y los movimientos de refugiados anteriormente, resultante del expansionismo norteamericano, se habla ahora de una conquista por parte de la cultura norteamericana.

Actualmente, la economía estadounidense y sus productos culturales son los principales referentes para el resto del mundo. Esto no es diferente en los países latinoamericanos, debido a su proximidad y relaciones comerciales con los EE. UU. La influencia de la cultura estadounidense es clara en el idioma, la música, las películas e incluso en las redes sociales de la región.

En cada país estas influencias extranjeras son diferentes debido a las migraciones por guerras u otras situaciones geopolíticas. Y como fenómeno más reciente podemos ver el ingreso de los productos culturales de Corea, el K-pop, los K dramas y la cultura de los Idols conforman un nuevo panorama cultural popular.

Todos estos aspectos hacen realmente único lo que se produce culturalmente en Latinoamérica. Pues este multidiverso territorio resignifica toda sus influencias para crear una identidad única. Y es esta misma expresión que se ha posicionado como referente en el mainstream. Hay un diálogo abierto que respeta su pasado histórico, llevando a lo universal una identidad multicultural.