Historia de la América Latina Moderna

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[La imagen muestra una mesa con un mapa marrón claro enrollado y atado con un cordón, junto a un reloj de pulsera blanco.]

Cómo y por qué la colonización todavía influye en la historia de la América Latina moderna: una región de complejidades en la que diversas culturas, tanto locales como extranjeras, se mezclan, nacidas o importadas por los colonos tras el descubrimiento de América en 1492.

En este artículo analizaremos los factores y eventos más relevantes detrás de la historia de la América Latina moderna:

El exterminio casi total de los habitantes originales del territorio

Los nativos de la región vieron cómo su población era inmediatamente diezmada, no solo por los esfuerzos de defensa de su territorio que llevaron a crueles masacres, sino también por las enfermedades que los colonizadores trajeron a lo que era, para ellos, el “nuevo continente”. Epidemias como la viruela, el sarampión, la peste negra y la peste bubónica provocaron la muerte de casi el 90% de la población indígena del continente, cuyo sistema inmunológico no pudo combatir estas enfermedades previamente desconocidas.

Estudios recientes han demostrado que el número de habitantes de todo el continente americano en el año de su “descubrimiento” fue aproximadamente de 60 millones de personas. La conquista y posterior colonización de América estuvo marcada por la toma, ocupación y asentamiento del continente por las potencias económicas globales de la época: España y Portugal, luego se unieron Inglaterra, Francia y Holanda.

El mestizaje no consensual establece marcadas diferencias entre categorías sociales

Ante una lucha infranqueable, los indígenas resistieron durante algún tiempo, pero finalmente fueron sometidos a la dominación de los usurpadores. Vastas culturas precolombinas llevaron el peso de la colonización, cediendo la identidad de su pueblo al actual.

[En la fotografía se ve el templo azteca en México en forma de una gran pirámide de piedra, conocida como Tenochtitlan, que rindió tributo al dios del Sol y de la Guerra.]

Comienzo del comercio de esclavos en América

A principios del siglo XIX, las heridas que quedaron de la conquista española aún eran visibles, la Ciudad de México, Lima, Asunción y Buenos Aires se encontraban entre los epicentros de la búsqueda desenfrenada de oro y riquezas por parte de los colonizadores. Los llamados indios españoles adquirieron gran importancia en Europa y fueron explotados, por comisión, mientras que Portugal desplegó su poder dividiendo al Brasil actual en capitanías o virreinatos dirigidos por el rey. En ambos casos, tanto los nativos como los africanos enviados por los colonizadores se convirtieron en esclavos.

Auge del sistema colonial y la economía mercantil

Dentro de la jerarquía de la sociedad precolonial y colonial, los emisarios de los reyes disfrutaban de la supremacía económica, administrando el tesoro, los ingresos y el comercio hacia Europa. La explotación agrícola, medio de vida ancestral de los nativos, quedó relegada a un segundo plano, con las actividades comerciales y mineras en el centro del escenario. Esto comenzó a cambiar en el siglo XVIII con el surgimiento de la reforma comercial de Veracruz a Buenos Aires, siendo México la región más poblada y rica.

Expansión del cristianismo como religión

Un ejemplo de asimilación cultural y religiosa fue la inserción del español y el portugués en las áreas de influencia correspondientes, cambiando la historia de la América Latina moderna y estableciendo la religión católica. Hoy la región tiene más católicos que cualquier otra: 425 millones de personas, aproximadamente el 35% de la población mundial.

Expansión de las lenguas de los conquistadores y pérdida de las costumbres y tradiciones nativas

La conquista provocó la devastación de las culturas fundadoras de la región. La evolución histórica se truncó y las grandes civilizaciones fueron destruidas, sus jerarquías sociales y economías obligadas a adaptarse a las impuestas por los conquistadores.

Posteriormente, los cultivos cosechados por estas civilizaciones -como chocolate, maíz, calabaza, tomate y maní, entre otros- crecieron en valor y actualmente constituyen el 75% de los alimentos que se consumen en todo el mundo.

Estos factores condicionan el desarrollo de la región a lo largo del tiempo, en la que sociedades debilitadas confluyen en torno a una identidad que no es la suya, sino que se adquiere y se combina con la de sus conquistadores.

Decimos que es necesario conocer el pasado para comprender el futuro, y en ningún lugar esto es más cierto que en América Latina. Las heridas de la colonización siguen siendo innegablemente visibles incluso hoy; una dependencia de Europa, discriminación contra los afroamericanos y latinos, ideas y valores forjados desde diferentes orígenes (no olvidemos que más tarde América Latina estuvo poblada por innumerables inmigrantes europeos), la falta de una identidad cultural propia y la dependencia de líderes, tanto internos como externos.

[La imagen muestra la mitad superior de una persona con ropa típica y colorida, sosteniendo una cría de alpaca blanca.]

Debemos analizar estos factores, no como estigmas sociales, sino como semillas de una cultura completamente nueva, con todos los componentes de un sistema latinoamericano y una identidad social y cultural inherente, para comprender mejor la transformación de la región y tomar en cuenta su historia.

En la actualidad, América Latina y el Caribe representa el 8% del Producto Interno Bruto mundial, según datos de 2017 de la CEPAL, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. La economía más grande es Brasil, que representa el 33% del PIB de la región, seguida de México con el 27%. La región cuenta actualmente con 629 millones de habitantes y está compuesta por más de 40 países.

Cada circunstancia política y económica de la región debe ser vista en el contexto de su evolución histórica, y como una región muy joven que aún está madurando.

Es importante resaltar en este proceso el papel fundamental y el aporte de los pueblos originarios en la historia de la América Latina Moderna que aún permanecen sin voz hasta el día de hoy, respetando su identidad cultural única, tradiciones e idiomas rescatados.

Escrito por: Sherlock Communications