Tras el retiro de Barranquilla como sede de los Juegos Panamericanos 2027, la Asamblea General Extraordinaria de Panam Sports tenía que hacer una importante elección entre dos ciudades: Asunción y Lima. Ambas eran candidatas para ser el anfitrión de este evento deportivo de clase mundial.
La lectura del veredicto provocó una explosión de júbilo en la delegación peruana ya que se reveló que Lima sería sede del máximo evento deportivo de la región por segunda vez en menos de 8 años. El éxito que significó Lima 2019, inclinó la balanza para que se repita la experiencia de lo que en su momento se denominó como los mejores Juegos Panamericanos de la historia.
¿Por qué esta decisión es tan importante para el país incaico? La respuesta a esta interrogante abarca múltiples aristas, ya que los beneficios van más allá del deporte y entretenimiento. Al ser uno de los eventos más grandes del continente, el desarrollo no será solo deportivo, sino también en mejoras de infraestructura para la capital peruana y en turismo deportivo, una industria que también está en evolución.
El deporte siempre ha sido un punto de encuentro para los peruanos. La clasificación al Mundial Rusia 2018 después de 36 años de ausencia fue un hito, así como la medalla de plata en los Juegos Olímpicos Seúl 1988, el campeonato mundial de surf de Sofía Mulanovich y las medallas de oro en el fondismo. Todos estos eventos se convirtieron en orgullo inmediato de los incaicos.
Estos logros resuenan profundamente en el corazón de Perú. Los atletas llenan de orgullo a sus naciones. En Argentina, por ejemplo, Lionel Messi sigue brillando cada vez que pisa el campo. En Brasil, Rebeca Andrade se destaca como la gimnasta que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de París 2024. Y en Colombia, Caterine Ibargüen se destaca como la primera atleta del país en ganar una medalla de oro, logrando este hito en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Si recordamos la organización de Lima 2019, esta dejó una estela de cultura deportiva en el país. Los atletas se convirtieron nuevamente en héroes populares y el deporte fue entendido como promotor de la integración social y el desarrollo económico en diferentes contextos geográficos, culturales y políticos. El pueblo se unió para organizar un evento que promueve valores como la paz, la fraternidad, la solidaridad y la tolerancia. El espíritu olímpico más vivo que nunca.
Pero, los Juegos Panamericanos no fueron solo una vitrina para nuestros atletas, sino también una oportunidad para impulsar la industria deportiva. La organización requirió infraestructura, logística, patrocinios y promoción. Las inversiones en estadios, centros de entrenamiento y tecnología deportiva generaron empleos y dinamizaron la economía local.
La organización de los Juegos tuvo una inversión del gobierno peruano de casi 4200 millones de soles, lo que se traduce en más de 1000 millones de dólares. No obstante, el tiempo demostró que la inversión valió la pena.
Los Juegos Panamericanos de Lima 2019 tuvieron un impacto económico significativo. Se estima que contribuyeron con más del 0.7% del PBI del país. Los ingresos por turismo – con la visita de más de 21 mil personas para presenciar las competencias-, la inversión en infraestructura -que contó para la construcción con la ayuda y modelo de gestión con el Gobierno británico (G2G)- y la generación de empleo fueron algunos de los beneficios económicos.
Parte del legado que dejó Lima 2019 para el deporte peruano fue más de 10 complejos deportivos de primer nivel, entre los que se puede destacar el primer velódromo moderno de su historia, dos polideportivos que mantienen su uso hasta hoy (Villa El Salvador y Villa María), un skatepark en la Costa Verde, un Centro de Alto Rendimiento (CAR) de surf en Punta Rocas, un equipado centro acuático en la Videna, entre otras modernas instalaciones. A esto hay que sumarle las 40 medallas obtenidas por el equipo blanquirrojo (11 de ellas de oro), el mayor número de preseas obtenidas desde que Perú participa en los Panamericanos.
Creditos: lima2019.pe
La organización de un evento de esta escala impulsó la economía local, generó empleo y atrajo la atención de millones de personas de todo el mundo, aumentando la visibilidad del país y promoviendo el turismo en Perú. Además, las marcas aprovecharon el evento para promocionar sus productos y conectar con el público.
En ese sentido, la elección de Lima como sede de los Juegos Panamericanos 2027 es un reconocimiento al compromiso y la capacidad del país incaico. Al ya contar con infraestructura, sedes, una Villa Panamericana equipada -que será ampliada con 5 torres más para alcanzar una capacidad para 10 mil atletas- y personal capacitado, la inversión se reduce, de 4 mil millones de soles invertidos para Lima 2019 a poco más de 1300 millones según estimaciones del Ministerio de Economía peruano, algo que significa un evidente incremento en los ingresos proyectados.
De acuerdo al gobierno peruano, Lima 2027 va a generar más de 900 millones de dólares en ingresos y creará más de 50 mil puestos de trabajo según sus estimaciones, además de que se espera también la visita de 50 mil turistas. La capital peruana se verá mejorada ya que se alistan importantes proyectos viales para que llegar a las diferentes sedes pueda ser más fácil.
Para las marcas, los Juegos Panamericanos representan una oportunidad única para conectarse con el público peruano y latinoamericano para reforzar su imagen. A través de campañas de comunicación creativas y estratégicas, las marcas pueden aprovechar el entusiasmo generado por el evento para aumentar su reconocimiento y su base de clientes.
En los últimos Juegos (Santiago 2023) la sola ceremonia de inauguración tuvo 200 millones de televidentes, cifra similar a la de espectadores que siguieron las competencias por TV, radio, internet y redes sociales. Estos números representaron una gran oportunidad para las marcas de llegar a una audiencia masiva y diversa, tanto a nivel nacional como internacional.
Los Juegos vuelven a Perú en el 2027 y para tener éxito en la comunicación con el público peruano, las marcas internacionales deben contar con el apoyo de una agencia local. Una agencia especializada comprende mejor las necesidades, preferencias y valores de la cultura del país y puede adaptar las estrategias de comunicación de manera efectiva para llegar al público objetivo.
Un gran beneficio que una agencia local puede aportar es la conexión con deportistas para servir de sponsors. Según la organización de los Juegos Santiago 2023, más de 6500 atletas de 41 países participaron en 39 deportes y 62 disciplinas. En ese sentido, muchas marcas se vieron beneficiadas por el apoyo a deportistas peruanos que lograron medallas. Un buen ejemplo fue el de Nike patrocinando a Christian Pacheco y Gladys Tejeda, quienes brillaron en la maratón. Esto se repitió con otros como Kimberly García (Adidas, Plaza Vea), ‘Piccolo’ Clemente (Diners Club, Reebok), Stefano Peschiera (Redondos), Hugo Ruiz (Shimano), por solo mencionar a algunos.
En cuanto a otros países, se puede resaltar los casos de la velocista ecuatoriana Ángela Tenorio, quien fue respaldada por Adidas, la condecorada raquetbolista mexicana Paola Longoria, figura de la marca deportiva Wilson, y la medallista chilena en natación Kristel Kobrich, apoyada por la bebida rehidratante Powerade.
No obstante, aún hay camino por recorrer y oportunidades que aprovechar. Un estudio de la agencia de marketing deportivo Toque Fino reveló que para los Juegos Olímpicos París 2024, sólo el 55% de atletas peruanos clasificados cuentan con el respaldo de un sponsor técnico sólido. Casi la mitad de deportistas todavía buscaba apoyo hasta semanas antes de que empezaran las competencias.
Agencias locales de PR pueden ayudar a las marcas internacionales a identificar a los deportistas que mejor se ajusten a su perfil, valores, propuesta de valor, y que tengan una buena reputación, credibilidad y carisma. Recordemos que la relación entre atletas y patrocinadores va más allá de lo comercial, es una alianza que construye narrativas de superación y éxito, algo que el consumidor valora mucho.
Los Juegos Panamericanos Lima 2027 tendrán un impacto profundo y duradero en Perú, desde el fortalecimiento de su identidad cultural hasta la estimulación de la economía y el turismo en Perú. Es una oportunidad que tienen para consolidar su posición como un destino deportivo líder en la región y un testimonio del poder transformador del deporte en la sociedad.