Perú se prepara para ser nuevamente el anfitrión de la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en 2024, un evento que representa una oportunidad estratégica para consolidar sus relaciones internacionales y reforzar su presencia en la región Asia-Pacífico.
Con el lema “Empoderar, Incluir, Crecer”, esta será la tercera vez que el país asuma la presidencia de APEC, un hito significativo que subraya su compromiso con el crecimiento inclusivo y la integración económica. A continuación, nos adentramos en los aspectos más importantes que Perú puede resaltar de su rol como anfitrión de APEC 2024, considerando tanto el impacto local como las perspectivas globales.
La región Asia-Pacífico, conformada por economías en constante crecimiento y transformación, representa un socio esencial para Perú. Como miembro activo de APEC desde 1998, Perú ha buscado constantemente incrementar la cooperación y el comercio con estos países.
Este año, con la cumbre de APEC, se abre una ventana para consolidar alianzas estratégicas y establecer diálogos efectivos sobre comercio, innovación, y desarrollo sostenible. Fortalecer los lazos con los países de Asia-Pacífico permitirá a Perú expandir sus oportunidades de exportación y atraer mayores inversiones, lo que redundará en beneficios para sectores clave de la economía peruana.
La presidencia de APEC 2024 -como se le denomina al país que es anfitrión del evento- no es algo que se debe pasar por alto, ya que representa un logro simbólico y operativo. Esta es la tercera vez que Perú alberga este evento, tras haberlo hecho en 2008 y 2016, y estos encuentros previos han brindado experiencia y conocimientos logísticos valiosos para el éxito total de la edición 2024.
En 2008, Perú utilizó la cumbre para destacar su potencial económico, mientras que en 2016, el país enfocó sus esfuerzos en impulsar la conectividad y el desarrollo inclusivo. En 2024, la consigna aborda consolidar su imagen como un país abierto al mundo, dispuesto a fortalecer el diálogo y a contribuir al crecimiento económico regional.
La pandemia de COVID-19 dejó una marca significativa en la economía global, y Perú no fue la excepción. La reactivación económica sigue siendo un desafío, y APEC representa una plataforma esencial para promover el crecimiento en un entorno post pandemia. La colaboración entre las economías de APEC puede facilitar la implementación de políticas que fortalezcan sectores estratégicos, impulsen el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, y generen empleo en diversas regiones del país.
La cumbre APEC 2024 apunta al intercambio de experiencias de otros países que también enfrentan desafíos de recuperación, facilitando así la adopción de medidas efectivas que revitalicen la economía. No olvidemos que a través de APEC, Perú se conecta directamente con 21 economías que representan el 62 % de la producción mundial, el 48 % del comercio de bienes y servicios, y el 38 % de la población mundial.
Para muestra, un dato muy relevante. El viceministro de MYPE e Industria, César Quispe, estimó que el APEC permitirá el ingreso de 8 000 millones de dólares en inversión, superando los 6 000 millones que casi 1000 empresarios del exterior invirtieron en Perú en la edición del 2016.
Uno de los sectores que se verá directamente beneficiado por la cumbre de APEC es el turismo. Miles de delegados y visitantes internacionales llegarán a Perú, generando una importante demanda en alojamiento, transporte, servicios de alimentación y entretenimiento. En ese sentido, Proturismo ya estima que el APEC podría generar hasta 30 millones de dólares en ingresos, atrayendo aproximadamente a 15 000 visitantes durante el año.
Esta afluencia no solo impulsará la economía local y promoverá una imagen positiva del país. El uso parcial del Terminal 2 del Aeropuerto Jorge Chávez, se presenta como la ocasión perfecta para mostrar que los esfuerzos en infraestructura están dirigidos a abrir las puertas del país al mundo.
Además, el evento brindará una oportunidad para que emprendedores y empresas locales presenten sus productos y servicios a una audiencia global. Con una estrategia bien planeada, el turismo y los sectores asociados podrán capitalizar esta ocasión, contribuyendo al crecimiento económico y consolidando a Perú como un destino atractivo para el turismo de negocios y eventos.
La Cumbre APEC ha servido siempre como un catalizador para aumentar la conectividad de Perú con los mercados globales. Las discusiones y acuerdos alcanzados durante el evento han potenciado el comercio y la inversión, creando nuevas oportunidades para empresas peruanas y extranjeras.
Esta vez, en un contexto en el que las economías globales buscan diversificar sus proveedores y establecer cadenas de suministro más resilientes, Perú puede posicionarse como un socio confiable y competitivo. Las oportunidades de inversión en sectores como la minería, la energía renovable, la tecnología y la agricultura pueden potenciar la economía peruana, generando un impacto positivo y duradero.
Es por ello que es sumamente importante que durante el APEC se lleve a cabo la Inauguración del Megapuerto de Chancay, una mega obra que será la principal conexión con el mercado asiático. Si a esto le sumamos la posibilidad de cerrar tratados de libre comercio con países como Indonesia, con un mercado de más de 120 millones de personas, estamos ante un hecho que marcará el camino del desarrollo comercial internacional del país por los próximos años.
APEC 2024 también representa una oportunidad para la diplomacia social, un aspecto clave en el contexto económico y social de Perú. Al facilitar el diálogo entre sectores gubernamentales, privados y sociales, Perú puede promover un ambiente de colaboración que aborde retos compartidos, como la reducción de la pobreza, el desarrollo inclusivo y sostenible, la igualdad de género y la mejora de la educación y la salud.
El principal líder con el que se buscará trazar un camino mutuo a través de la diplomacia social es el presidente chino Xi Jinping, luego de que se confirmara que Lula Da Silva, presidente de Brasil, se ausentará del APEC para concentrarse en la cumbre del G20 que se dará unos días después. Además, existe la posibilidad de recibir al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
En un evento internacional de esta envergadura, donde participan líderes empresariales de las economías más importantes del planeta, el rol de las relaciones públicas se vuelve crucial. Ya sea trabajando de la mano con empresas involucradas o con entidades estatales, la función principal de las agencias de PR es diseñar y ejecutar estrategias que maximicen la visibilidad y reputación de la compañía o del país anfitrión ante los ojos del mundo.
El aporte principal que puede brindar una agencia de PR durante el APEC 2024 es el fortalecimiento de la imagen de las diferentes naciones y empresas que se ven atraídas por Perú. Desde presentar un producto nuevo, pasando por una campaña de brand awareness o generar reuniones con stakeholders, esta asociación con empresas especializadas en comunicación puede hacer la diferencia.
Asimismo, la agencia debe encargarse de la gestión de medios y cobertura internacional, asegurándose que las noticias y eventos importantes de la cumbre sean divulgados de manera precisa y favorable. Esto incluye organizar ruedas de prensa, gestionar entrevistas con figuras clave, y coordinar visitas de periodistas, generando una narrativa positiva y cohesiva que resuene con audiencias globales.
Los beneficios de una agencia de PR en Perú no se limita a ello, además facilitan el networking y la creación de alianzas, se encargan de la comunicación en redes sociales, pueden ayudar a fomentar los temas centrales del APEC como inclusión y sostenibilidad; y encargarse del manejo de situaciones de crisis para responder rápidamente a situaciones imprevistas.
En conclusión, la presidencia de APEC 2024 ofrece a Perú una oportunidad única para consolidar su presencia en el escenario internacional y promover un crecimiento inclusivo y sostenible. Las lecciones de este evento pueden tener un impacto duradero en la economía y la sociedad peruana, impulsando sectores clave, fortaleciendo la cooperación internacional y abriendo puertas a nuevos mercados.
Al aprovechar su rol como anfitrión de APEC, Perú no solo busca su propio beneficio, sino también contribuir a la prosperidad y estabilidad de la región Asia-Pacífico, marcando un paso decisivo hacia un futuro de crecimiento compartido y desarrollo equitativo.