Una consultora de Sherlock Communications tuvo la oportunidad única de desfilar en la pasarela de uno de los diseñadores de modas más prestigiosos del mundo: Ronaldo Fraga.
La moda no es solo acerca de las últimas tendencias, se trata de una representación del arte -una forma de expresar una idea, un sentimiento o una creencia. Muchos diseñadores alrededor del mundo, han usado su visibilidad en espectáculos de modas y en redes sociales para dar a conocer sus puntos de vista a través de sus prendas. La ropa ya no es solo un conjunto de prendas bien cosidas, ahora porta un mensaje.
El desfile de Ronaldo Fraga durante la Semana de la Moda de Sao Paulo (SPFW, por sus siglas en inglés) fue uno de los momentos más memorables y comentados del evento. Abriéndose paso entre los demás, Ronaldo demostró a la audiencia de un solo vistazo lo que atestiguó en Israel. De acuerdo con él, fue un tributo a Israel y a su diversidad. Tel Aviv, una ciudad donde se ha visto coexistir a judíos, gente de color, blancos, homosexuales y heterosexuales, fue la inspiración para su desfile de modas. En la pasarela, muchos de sus modelos eran personas comunes de diferentes contextos culturales y aspectos físicos.
Nira Worcman, consultora de Sherlock, tuvo el privilegio de formar parte del grupo de modelos que participaron en la pasarela. “No ocurre todos los días que una mujer de 56 años pueda pavonearse en una pasarela de la SPFW. Pero en este evento, Ronaldo Fraga quería promover la diversidad de edad, color, género, orientación sexual y de religión. Entonces, ahí estuve”, dijo.
Al centro de la pasarela había una larga mesa servida con vino y comida. La audiencia no tenía idea de lo que iba a pasar. Los modelos caminaron alrededor de la mesa, y se sentaron en los lugares de las sillas. El evento arrancó con un beso entre los primeros dos modelos. Los aplausos hicieron erupción. Otros dos besos ocurrieron en el lugar minutos más tarde, provocando porras entre la audiencia. “Estaba tan emocionada de formar parte de un evento de modas tan diferente de cualquier otro, promoviendo la libertad y la igualdad”, dijo sonriendo Worcman.
El espectáculo de Ronaldo Fraga fue una protesta. Con el segundo turno de la elección presidencial a la vuelta de la esquina, discursos de odio y de prejuicio tuvieron un máximo histórico. Su desfile se defendió con amor y aceptación. “Estaba usando un overol y los flashes y las cámaras estaban apuntándome. En ese momento, me sentí como una estrella”, exclamó Worcman. Los pantalones de mezclilla fueron el material de elección para la mayoría de la ropa mostrada durante el desfile, al representar resistencia y uniformidad. “Es una tela muy actual, une al pasado y al futuro como ninguna otra”, dijo Fraga durante la conferencia de prensa.
Al final, los modelos tomaron sus asientos en la pasarela, se levantaron y alzaron las manos formando un círculo alrededor de la mesa: como gesto de unión. Y, después, algo inusual ocurrió. Los modelos comenzaron a invitar al público a acompañarlos al banquete.
Una tras otra, las personas del público fueron invitadas a la pasarela hasta que todas terminaron en la plataforma, participando en el desfile. La audiencia estaba eufórica por formar parte de tan inspirador encuentro. Sin duda, fue mucho más de lo que usualmente puede esperarse en un espectáculo de modas.