Resulta prácticamente imposible hablar del crecimiento de los servicios de streaming en la Argentina sin aludir a la pandemia de COVID-19 que sacude al mundo entero. Un consumo que, en primera instancia, parecía de lujo, se ha convertido en “esencial”. Los números así lo reflejan: en la decimotercera semana de 2020, la audiencia en el país alcanzó un incremento de un tercio 33,5% contra las primeras once semanas, elevando el promedio a cuatro horas por día.
Claro que Argentina no es una isla en Latinoamérica. En Brasil, según el mismo estudio, el incremento fue del 30% y allí también creció, en diez minutos, la cantidad de tiempo diario frente a las pantallas. En Colombia también se registraron subas. Allí, el aumento fue del orden del 34% y los minutos diarios de visionado subieron veintiséis minutos.
No es noticia que la pandemia de COVID-19 genera, también, crisis económica. Pese a ello, el tráfico de Internet en la Argentina creció en este tiempo entre un 30% y 50%, según la información de las empresas que proveen los servicios. Algo similar sucedió con la crisis económica de 2011, que desencadenó un fuerte crecimiento del consumo de TV por cable y banda ancha.
El aislamiento social preventivo obligatorio repercutió masivamente sobre el consumo de servicios de streaming en la Argentina como Amazon Prime Video, Flow, Netflix, HBO Go o Movistar Play. No todo es audiovisual y plataformas como Deezer o Spotify también amenizan las vidas en los hogares de los argentinos.
Este incremento puede verse como una consolidación de estos consumos, una tendencia confirmada, un comportamiento cultural que aumenta mientras caen los ratings de la TV de cable y la abierta.
El gran capital de los servicios de streaming ante los tradicionales canales de TV abierta y la televisión por cable radica en “poder elegir”. Un amplio menú de posibilidades le otorga al usuario un rol más activo, contrapuesto al de la persona que espera determinado horario para ver su programa favorito en el canal de siempre.
De tener precios prohibitivos, es más que probable que el crecimiento de los servicios de streaming en la Argentina no muestren las tendencias en alza que muestran. En un país que en los últimos años parece haberse acostumbrado mucho a padecer crisis económicas y recuperarse un poco, es normal que las argentinas y los argentinos miren los precios de los bienes y servicios antes de llevarse las manos a los bolsillos gastar dinero.
El bajo costo de las aplicaciones de streaming explica, también, el crecimiento de las plataformas en el país. Así, por caso, el servicio más barato, IVA e impuesto digital incluido, a mediados de 2020, cuesta 3.58 dólares.
Como para comparar, tiene sentido tener en cuenta que una hamburguesa con presencia universal, como lo es el Big Mac de Mcdonald’s, en Argentina, en enero de 2020, tenía un precio de 2.35 dólares. Para quienes gusten, contratar servicios de streaming y comer hamburguesas dobles, si tienen dólares, parece un buen plan en Argentina.
Películas, series, contenido infantil, cine arte, documentales… es bastante variada la oferta de los servicios de streaming. Entre los que consumen los argentinos se destacan:
- Netflix: no hay mucho para decir que no se sepa. Series, películas, producciones propias, documentales diversos, stand up e infantiles conforman un menú muy variado.
- Flow: es la plataforma del servicio de televisión por cable Cablevisión. Además de TV en vivo ofrece contenido on demand internacional y argentino y puede verse integrado con Netflix.
- Disney+: su fuerte es que tiene a Los Simpsons entre sus 500 películas y 7 mil capítulos de series.
- Amazon Prime Video: ofrece muchas series originales que fueron muy bien recibidas por influencers y la prensa especializada. Tiene como diferencial el cine de directores de culto como Spike Jonze o Jim Jarmusch.
- HBO Go: tiene como fuerte clásicos de producción propia como Six feet under, The Sopranos, The Wire y Game of Thrones. Es muy bien recibido por sus producciones propias y documentales.
- Apple TV+: su fortaleza no pasa por el contenido original, sino por concentrar buena cantidad de contenidos de otras plataformas de streaming.
- Qubit TV: ideal para cinéfilos de la vieja escuela, ofrece buena cantidad de títulos de cine clásico, de directores consagrados e independientes.
- Cine.AR: es el servicio de streaming del Instituto Nacional de Cine Argentino. Tiene un gran catálogo de cine nacional.
Más allá de la pandemia de COVID-19 y las dificultades económicas, los argentinos y argentinas son gente de hábitos y los servicios de streaming en Argentina, salta a la vista, ya han sido asimilados como tales.