Tal como hemos vislumbrado previamente, la historia del Tango es el resultado de una mezcla de varias culturas. Comenzó hacia finales del siglo XIX en Buenos Aires. Sin embargo, su origen exacto está aún siendo determinado debido a la falta de documentación que narre su historia con verdaderos detalles.
De todas formas, los historiadores concuerdan en que el Tango nació en los barrios pobres de la ciudad. Estas áreas contaban con mucha población migrante proveniente del Caribe, así como afro-argentinos y europeos que aún estaban arribando durante las últimas corrientes migratorias de Sudamérica. La danza era una forma social en la que estas personas podían conocerse unos a otros e interactuar, con cada cultura aportando sus tradiciones y, de esa forma, creando algo nuevo.
Aunque no hay unanimidad al respecto, algunos creen que la palabra “tango” es de origen africano y significa “dentro de la casa”, que eran los espacios en los que la gente solía bailar en un comienzo.
Estas personas vivían en la miseria. Desde sus orígenes se cree que estuvieron presentes temas referidos al sufrimiento y el dolor, siendo con ello, aún al día de hoy, temas recurrentes en las letras de Tango.
Un famoso poeta argentino, Enrique Discépolo, dijo una vez “El Tango es un pensamiento triste que se baila”. Más allá de esto, existen también muchas canciones con otros tópicos. “Por Una Cabeza”, probablemente la pieza más conocida, versa sobre un jugador compulsivo, y compara su adicción por las apuestas de carreras de caballos con la atracción hacia las mujeres.
A medida que su popularidad creció, el Tango se expandió por todo Buenos Aires de forma que los ricos comenzaron a acercarse y formar parte. Durante estos primeros años, el cantante Carlos Gardel se convirtió en una sensación y redefinió el aspecto musical del tango. Gardel murió en 1935 en un accidente aéreo en Colombia.
Con la popularización del Tango, la élite argentina lo acercó a otros lugares, especialmente a los Estados Unidos y Europa donde se volvió popular.
Entre las décadas de 1930 y 1950, la Argentina atravesaba un periodo económico muy próspero. Es entonces cuando el Tango creció con el surgimiento de salones, salas de baile, presentaciones y compositores como Astor Piazzolla, Edmundo Rivero y Mariano Mores. Esto contribuyó a la evolución del Tango, que cambió tomando formas nuevas y apasionantes.